Capitulo 282
Capítulo 282
La expresión de César se ensombreció. Guardó silencio sin responder.
***
6 80%
+25 BONUS
Al final del pasillo de una clínica privada en las afueras de la ciudad, se oían los gritos
desgarradores de una mujer.
Estaban en un quirófano. Sira estaba atada en la mesa de operación y le habían cortado los
tendones de la mano derecha sin administrarle anestesia. Cada vez que ella se desmayaba
por el dolor, la despertaban a la fuerza. 4
La habían torturado tanto que ya había perdido la sensibilidad de su mano derecha. Ahora,
ya no percibía el dolor. Miraba el techo con una expresión aturdida y adormecida, murmurando que quería ver a César.
El médico llevó a Nicole y César al quirófano. Cuando vio el miserable estado de Sira, César
no se inmutó ni un poco. Ella no podía moverse, con las lágrimas rodando incesantemente
por sus mejillas.
-César… ¡César! Prometiste protegerme. ¿Por qué… Cambiaste? —sollozó.
Los demás se retiraron de la habitación. César y Sira quedaron en el quirófano a solas. La mirada de César se posó en el frasco de suero con gotas cayendo lentamente, mientras él permanecía impasible.
-¿Acaso debo dejar que sigas realizando más crímenes? O sea, ¿los asesinatos?
Ella seguía justificándose, gritando histéricamente:
-¡No maté a nadie! ¡Fueron todos accidentes!
—¿Eso importa? -César la miró con desdén-. Sira, por los sentimientos de los diez años pasados, sentí que estaba en deuda contigo. Pero ya te pagué todo lo debido, incluso a tu hijo Óscar lo traté muy bien.
1/3
3:18 PM Sat 18 Oct
Capitulo 282
Su mirada se clavó en ella, causándole escalofríos.
ร 80%
+25 BONUS
-Pero, ¿qué hiciste en mi nombre? -Se rio fríamente-. Te conocí desde hace diez años, pero nunca esperé que fueras una persona tan cruel.
¿Qué ella era una persona cruel? Sira rio con amargura y los ojos llenos de lágrimas.
-Si no fuera así, ¡ya estaría muerta! Sabes muy bien cómo es mi padrastro, ¿no? No comprendo el altruismo, ¡pero sé que el egoísmo siempre me protege! Antes de conocerte, ¡vivía en el infierno!
Con voz entrecortada, continuó:
-César, ¿sabes qué? Siempre pienso en una cosa: si me hubiera casado contigo hace seis años, habríamos tenido una vida muy feliz, ¿cierto? ¿Y yo habría podido evitar este destino? César… ¡Respóndeme!
César guardó silencio. Tras un largo momento, le respondió con calma:
-Me alegra no haberme casado contigo.
Ella no podía creer lo que había oído, y su cara perdió por completo el color.
-César, ¿qué significa…?
-¿En serio me amas? -preguntó él sin inmutarse.
Ella se atragantó por esta pregunta aguda y contuvo la respiración.
César soltó una risa, sintiéndose ridículo.
-Hace seis años, aceptaste los dos millones de dólares de mi abuela porque ya estabas embarazada, ¿cierto?
Sira tembló levemente, con los dientes castañeteando.
-¿Cómo…?
Ella se quedó pasmada. ¡¿Cómo lo sabía César…?!
2/3
3:18 PM Sat 18 Oct
 Verify captcha to read the content
Verify captcha to read the content
Comments
The readers' comments on the novel: Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró