Capitulo 291
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Capítulo 291
Recientemente este se comportaba con más caballerosidad…
Celia se acercó a él y escuchó lo que
decía:
-Déjala. Si huyó, que huya. Mientras no vuelva a aparecer…
Los pasos de Celia se detuvieron en seco. ¿De quién hablaba? ¿De Sira? En ese momento, César vio su reflejo en el cristal y se volvió bruscamente. Su cuerpo se tensó ligeramente y bajó el celular lentamente.
Celia…
-No entregaste a Sira a la policía, y dejaste que escapara, ¿cierto?
-Celia, no es como piensas…
Se inclinó hacia adelante, extendiendo la mano, pero Celia retrocedió esquivándolo.
-César, si no tienes el corazón para castigar a Sira, podrías habérmelo dicho. No era
necesario mentirme.
-¡Ya la castigué! ¡No es como tú piensas! -él intentó justificarse.
Agarró sus hombros, con los ojos enrojecidos.
-Celia, ella lastimó tu mano, y yo también hice que le inutilizaran la mano. Sé todas las
cosas que hizo. Solo pensé que no podía dejarlo pasar tan fácilmente.
Celia guardó silencio, y la respiración de César se agitó un poco.
-Celia, lo siento por lo del pasado. Sé que te molestan las cosas entre ella y yo, pero puedo jurarte con certeza que no te fui infiel, ¡y nunca he tenido relación con ella!
-¡Eso no me importa!
Ella se liberó de su mano, pero él la sujetó con más fuerza. Le resultó imposible soltarse.
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3:19 PM Sat 18 Oct
Capitulo 291
César la atrajo hacia su pecho y la abrazó.
-¿¡Qué haces…!?
-¡Celia, créeme esta vez! ¡Solo esta vez!
Ella permaneció en sus brazos, inmóvil y preguntándose una y otra vez en su interior. ¿Creerle? ¿Realmente podía creerle?
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En ese mismo momento, Nicolás, parado frente al ascensor, presenció la escena.
Permaneció inmóvil por treinta segundos antes de girarse impasible y entrar a su casa…
Celia oyó el ruido detrás de ella y se separó del abrazo de César.
Me voy.
—¿No me invitas a entrar a comer? -preguntó César con una sonrisa amarga—. Te estuve esperando mucho.
Ella no esperó esa actitud del hombre. Tras unos segundos, volvió en sí.
-Yo no te pedí que me esperaras.
—Sí, fue voluntario -César la miró.
Celia giró y entró a su apartamento. César la siguió adentro y, muy solícito, comenzó a
prepararle la cena.
Celia no lo impidió. Se fue a su habitación y solo salió cuando la cena estuvo lista, tratándolo como su chef personal. Aun así, César parecía disfrutar cada momento.
***
Dos días después, Nicole llegó a la aldea Flor de Luna, donde estaba la casa de la joven con varios guardaespaldas. Un espectáculo tan grande atrajo a muchos vecinos curiosos. Nicole colocó un cheque frente a la pareja Soto.
El señor Herrera permitió que su hija escriba cualquier cantidad en el cheque. Luego, que vaya a cobrarlo con él.
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3:20 PM Sat 18 Oct
Capitulo 291
Un cheque… Era la primera vez en sus vidas que veían uno.
Iván Soto, el padre de la joven, le preguntó con un acento local:
—¿Este papelito se puede cambiar por dinero?
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