Login via

Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró novel Chapter 122

+25 BONUS

Capítulo 122

César permaneció impasible. Tras escuchar sus aclaracionessobre su distante relación, dio un sorbo de su copa con total indiferencia.

El salón bullía con murmullos y miradas curiosas. Todos intentaban descifrar qué tipo de relación existía entre ellos, pero nadie logró dar con la respuesta correcta.

Celia estaba a punto de retirarse cuando Alfredo dejó de lado su copa y salió de la multitud.

-Celi, qué descuidada. Pero no te preocupes -dijo él, mirando a César con una sonrisa-. Si al señor Herrera le parece bien, yo pagaré su camisa por ella.

Al escuchar esas palabras, Celia lo miró algo sorprendida. César limpió despacio la mancha sin inmutarse. Tras varios segundos, también le sonrió.

-¿De verdad quiere hacerlo por ella?

Alfredo se encogió de hombros con naturalidad.

-Celia y yo nos conocemos desde hace años. Es perfectamente normal que quiera ayudarla, ¿no cree?

César sacudía con suavidad su copa de vino, meditando.

-¿Y si me opongo?

Alfredo se sirvió más vino, despreocupado.

-Señor Herrera, ¿acaso está interesado en Celi?

Ella guardó silencio, observándolo.

La sonrisa de César se volvió indescifrable.

-No bromee con eso, por favor.

Celia se tensó levemente antes de volverse indiferente. Apartó la mirada.

-Ah, ya veo -continuó Alfredo fingiendo ingenuidad-. Según los rumores, su supuesta novia es la directora Núñez de la Clínica Central. ¿Cuándo anunciarán la buena noticia?

Las palabras de Alfredo provocaron un nuevo murmullo entre la multitud.

-¿César ya tiene novia? ¿Es eso cierto?

-Dicen que su ex ya regresó al paísDebe referirse a ella.

-Qué hombre tan fiel

Los comentarios sobre la fidelidad de César hacia Sira entraron inevitablemente en los oídos de Celia, aunque no quisiera escucharlos.

César no se molestó en desmentir los rumores. Su mirada se posó brevemente en Celia antes de dejar su copa

1/3

Capítulo 122

+25 BONUS

sobre la barra con un suave clic.

Cuando haya buenas noticias, las publicarérespondió César de manera ambigua.

Los presentes lo felicitaron con anticipación. Aprovechando la oportunidad, Celia se alejó de la multitud. Ben notó su depresión y la siguió.

-¿Estás bien?-Le preguntó.

-Sí, no te preocupes -le respondió ella, forzando una sonrisa amarga-. Solo necesito aire.

En ese momento, Alfredo apareció con un postre, sin importarle la presencia de Ben.

-Celi, lo tomé de la zona de comidas para niños. A los niños les encanta.

-Ya no soy una niña

-Para , siempre lo serás.

Celia dudó antes de aceptarlo, riendo impotente.

-Bueno, Alfredo, muchas gracias.

Cuando Ben escuchó las palabras dulces de Alfredo, sin razón aparente, se puso en alerta, sintiendo que ese tipo estaba intentando arrebatarle algo de su propiedad.

—Señor Suárez, no sabía que es un experto en complacer a las mujeres.

-Lo importante es hacerla feliz, ¿no? -Sonrió Alfredo.

Ben se volvió a Celia.

-Los hombres con demasiada labiano te convienen.

-¡Y los aburridos y reprimidos menos! —refutó Alfredo.

Celia, muy avergonzada, los interrumpió.

-Señores, disculpen. Necesito ir al baño.

Verify captcha to read the content.Verify captcha to read the content

Reading History

No history.

Comments

The readers' comments on the novel: Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró