Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró novel Chapter 303

Capítulo 303

Dylan miró a Celia, quien también parecía desconcertada.

-¿A quién se refirió con “señor Herrera“?

Maira alzó la barbilla con arrogancia.

-¡Pues al señor César Herrera de la capital, por supuesto!

-Ah, ¿sí? -Celia entrecerró los ojos-. No sabía que él tuviera alguna salvadora.

-Es normal que no lo sepas -Maira resopló con desdén y continuó-. Mi hija le salvó la vida cuando eran niños. Incluso casi pactan un matrimonio arreglado entre las familias. Si hubiéramos aceptado, ¡mi hija sería la señora Herrera ahora!

Los presentes se miraron entre sí porque la historia sonaba bastante inverosímil… Dylan no pudo evitar reírse. Se acercó a Celia con los brazos cruzados.

-Tu esposo parece una mariposa que atrae a todas las mujeres del mundo…

Celia no respondió y miró a Maira.

-Sea quien sea ese “señor“, mientras su esposo esté en nuestra clínica, debe seguir nuestras reglas. Si no quiere cooperar, puede firmar un documento de responsabilidad. Si su esposo es trasladado a una habitación normal y muere por falta de atención postoperatoria, no nos haremos responsables. Solo de esta manera lo dejaremos irse.

La jefa de enfermeras pareció sorprendida. ¡Celia había mostrado una postura muy firme! La expresión de Maira se ensombreció al instante.

-¿Qué significa esto? ¿Por qué debo firmar un documento de responsabilidad? ¡Salvar vidas es su deber, no el mío!

-Queremos salvar vidas, pero necesitamos la cooperación de la familia de los pacientes. ¿Y usted está cooperando? Si no, ¿por qué exige que nosotros asumamos la responsabilidad? No le importa nada la vida de su esposo, ¿no es así? ¿O prefiere que llame a la funeraria para pedir un servicio ahora mismo?

-¡Qué insolencia! ¡Presentaré la queja!

-Me da igual. Ahora tiene dos opciones: quedarse aquí, o llamo a la funeraria para que se lo lleven. Si no quiere tratamiento, ¡incinerarlo le ahorrará más dinero!

Las enfermeras a un lado pensaron que Celia se había vuelto loca, ¡pero esta sensación de venganza era genial! Ante familiares tan irracionales que obstruían el trabajo, ¡debería mostrar una actitud firme!

-Tú… ¡Maldita sea! -Maira temblaba de rabia, fulminándola con la mirada-. ¡Con una llamada puedo hacer venir al señor Herrera!

Celia sacó su celular con calma y se lo entregó.

-Me encargo de hacerle esta llamada.

Capítulo 303

Dicho esto, marcó el número de César, quien le respondió de inmediato:

-¿Qué pasó?

+25 BONUS

-La madre de tu supuesta salvadora está armando un escándalo en mi clínica. Por favor, ven a resolver el

problema.

César no le respondió nada, mientras Maira se quedaba incrédula durante un largo momento.

-¡Pura mentira! ¿Crees que por marcar un número podrás amenazarme? ¡No creo que tengas el número del señor Herrera! ¡A ver si aparece!

Dylan sonrió con burlas.

-Pues espere sentada.

Las enfermeras cuchicheaban.

-No sabía que la doctora Sánchez tuviera conexiones con el señor Herrera…

-No olvides que ella vino aquí desde la capital.

Maira empezó a inquietarse y volvió a quejarse:

-¡He llevado mucho esperando! ¡Trasládenlo de inmediato a habitación normal ya!

Dicho esto, intentó mover el equipo ella misma. Varias enfermeras se apresuraron a detenerla, alarmadas. Justo cuando el caos estallaba, Nicole y César aparecieron fuera de la UCI. Maira miró por la ventanilla y palideció al instante, sintiéndose culpable.

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