Capítulo 317
Dos enfermeras dentro de la habitación intentaban calmar a Iván, preocupadas de que su presión arterial subiera y que le ocurriera algo malo. Una enfermera salió de la habitación y Celia preguntó:
-¿Qué sucedió?
–
-Su hija, no sé qué le dio, de repente le dijo que ella no era su hija biológica. Casi le sube la presión al paciente explicó la enfermera con cara exasperada—. Es la primera vez que veo a alguien que no solo niega a reconocer a su padre, sino que además dijo que era la hija de una familia adinerada, y que debería vivir una vida lujosa. Se quejó de que su padre le había ocultado su identidad y la hizo pasar la pobreza.
Estrella se sorprendió.
-¿Eso es cierto?
La enfermera se encogió de hombros.
-No lo sé. Pero incluso si no es biológica, él la crio durante tantos años; y si fuera biológica, al tener una hija así… ¡Mejor no haberla tenido!
Después de que la enfermera se fue, Estrella seguía comentando sobre el chisme con Celia llena de curiosidad, sin notar la expresión desolada de Celia. Quizás, al mencionar a los padres adoptivos, no pudo evitar pensar en sí misma. La familia de Celiana la había estado buscando. ¿Y ella? ¿La de ella la habría buscado también?
***
Al mediodía, César se acercó a la estación de enfermeras y les preguntó:
-¿Dónde está la oficina de la doctora Sánchez?
Al alzar la vista, la enfermera se sorprendió y luego le señaló la dirección.
-Mil gracias.
Después de que César se fue, las dos enfermeras se agruparon cuchicheando.
-¡Dios mío! ¡Otro hombre tan increíblemente guapo como el doctor Gómez! ¡Y vino a buscar a la doctora Sánchez!
-¡Ojalá tuviera las habilidades de coqueteo de esta! Así no estaría soltera por tanto tiempo…
Estrella apareció detrás de ellas y las advirtió:
-Él es su esposo,
Ambas enfermeras se quedaron boquiabiertas. ¡La doctora Sánchez ya estaba casada! Entonces, ¿qué era Nicolás para ella…?
Celia salió de una habitación revisando los registros y se dirigía hacia su oficina cuando, justo en la entrada, se encontró con César. Él se vestía con un traje impecable, con un termo en sus manos, que no coincidía con su imagen.
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Capítulo 317
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Ella vaciló antes de acercarse.
-¿Por qué…?
-La abuela me pidió que te lo trajera -explicó César y le entregó el termo.
Celia lo tomó con vacilación.
-Gracias.
Dicho esto, se volteó y entró a su oficina. César permaneció fuera de la puerta, siguiéndola con la mirada.
Una enfermera entró, le entregó un reporte a Celia y luego miró hacia César. No pudo evitar preguntar en voz baja:
-Doctora Sánchez, ¿quién es ese de afuera?
Celia alzó la vista, con una expresión serena.
-Es mi primo.
La enfermera parecía admirada.
-¡Todos en tu familia deben ser muy atractivos!
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