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Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró novel Chapter 324

Capítulo 324

Mientras tanto, en la clínica, Celia estaba haciendo rondas de rutina en la unidad de hospitalización. Mientras registraba la condición de un paciente, una enfermera se acercó y le susurró:

–Doctora Sánchez, el paciente de la cama 36 no hizo caso a nuestras advertencias. Fue a otro departamento a ver a su esposa usando las muletas.

La pluma de Celia se detuvo un poco. El paciente de la cama 36Parecía ser Iván Soto.

-¿Su esposa también está hospitalizada?

-Parece que . En ortopedia.

Ella cerró la carpeta y calmó a la enfermera.

-Voy a buscarlo ahora.

-Mil gracias, doctora Sánchez.

Fue a la estación de enfermeras. Usó el teléfono para contactar a ortopedia por la habitación de Maira, luego se dirigió al edificio de ortopedia.

La enfermera dijo que Maira había sufrido una fractura en el pie izquierdo y desplazamiento pélvico tras caer por las escaleras. Y, cuando la ambulancia la trajo a la clínica, ningún familiar había llegado con ella. Probablemente, fue la señora quien había contactado a su esposo.

Celia llegó frente a la habitación. Cuando estaba a punto de tocar la puerta, escuchó el llanto de Maira:

-¡La llevé en mi vientre! ¿Cómo puede ser la hija de otra familia? ¡Eso es imposible!

-Es mi culpa—dijo Iván, cabizbajo. Parecía mucho más demacrado.

En ese momento, ella abrió la puerta. Al verla, Iván se sorprendió mucho, luego bajó la cabeza. 1

-Señor Soto, aún está hospitalizado. No debe dejar su habitación sin permiso. Si los superiores de la clínica se enteran de eso, no permitirán que su seguro médico cubra los gastos. -Celia se lo recordó con amabilidad.

Maira intervino de inmediato.

-Fui yo quien lo llamó, doctora. Yoya lo mando de vuelta.

-Pero nadie más puede acompañar a mi esposaPor favor, deme diez minutos más. ¡Volveré a mi habitación en diez minutos! Si algo me pasa, ¡no tienen que asumir ninguna responsabilidad!

Las palabras de Iván sorprendieron a Maira, cuyos ojos se humedecieron al instante. Celia guardó silencio por un momento antes de ceder.

-Solo esta vez.

La pareja mostró gratitud al unísono.

—¡Mil gracias!

Capítulo 324

Celia salió de la habitación. Cuando se iba, escuchó la pregunta de Maira.

-Yesa cruz de plata, ¿qué es? ¿De dónde salió?

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Sus pasos se detuvieron. Retrocedió varios pasos y se quedó fuera de la puerta para escuchar la explicación de

Iván.

-En ese año, nos encontramos con dos niños rescatados, ¿los recuerdas? Cuando la ambulancia se los llevó, esa cruz se le cayó de la mano a la niña y yo la recogí. Vi que era de plata con varios caracteres encima, así que pensé que valía algo. Luego se lo mostré a un conocedor del pueblo y me dijo que era una cruz sin valor. Así que, la guardé en el armario y nunca más lo toqué. 1

Tras una breve pausa, él suspiró.

-Pero nunca pensé que Celiana lo encontraría, ¡y que esa cruz resultara ser una pertenencia de la familia Rojas!

Celia se quedó estupefacta. Instintivamente, se tocó la muñeca desnuda: ella también había tenido una cruz de plata y también había caracteres encima. Pero, después del secuestro, esa cruz desapareció. Creía que fue Rosa quien se la había dado porque la usaba desde que tenía memoria.

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