Capítulo 240
+25 BONUS
En la capital, después de ser obligada a mudarse de Villa Serenidad, Sira tuvo que conformarse con un viejo apartamento más barato. En ese momento tan difícil de su vida, ella ni siquiera podía lograr hablar con Alfredo por llamada.
César se había enterado de todas sus artimañas, pero no le dio ningún castigo severo. Esto significaba que su identidad como “salvadora” había funcionado. Lo había conocido desde hacía diez años, sabía muy bien que él no era tan despiadado como pensaban los demás.
No obstante, cuando vio la enorme disparidad entre su vida actual y la de antes, y que su hijo podía vivir en la casona de lujo, mientras ella solo usaba ese viejo y pequeño apartamento alquilado, la realidad le causaba un profundo resentimiento.
De hecho, ahora ni siquiera tenía maneras de ver a Óscar. Si él admitía que ella le había causado todas esas heridas, probablemente perdería incluso la custodia. Mordiéndose la uña del pulgar, ella se quedó pensativa. ¿Realmente tendría que volver con ese hombre? No, ¡no quería! ¡Definitivamente había otra manera!
En ese momento, sonó su celular. Irritada, contestó sin mirar de quién era la llamada.
-¡Dime!
-Su voz sonó impaciente.
-¿Es usted la señorita Sira Núñez? -preguntó la voz del otro lado de la línea.
-¿Quién eres tú?
– Hola, señorita Núñez. Soy la secretaria del doctor Adler. ¿Aún recuerda lo del artículo ocurrido en la última cena?
Al oír esto, la actitud de Sira se suavizó al instante.
-Claro. ¿En qué puedo ayudarle?
-Supimos que usted publicó ese artículo de manera anónima hace diez años. Al doctor Adler le impresionó mucho este éxito académico. ¿Nos gustaría saber si está interesada en participar en el proyecto de nanoterapia?
Síra se quedó aturdida por esta sorpresa inesperada. Luego, una sonrisa de triunfo apareció en su
cara.
¡Por supuesto que sí! Sería un honor.
Después de colgar, apretó con fuerza su celular, muy emocionada, con sus ojos llenos de esperanza renovada. ¡Dios nunca cierra todas las puertas!
En lugar de perder el tiempo con hombres, era mejor aferrarse al doctor Adler y ganarse sụ
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Capitulo 240
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confianza. Con fama, logros mayores e incluso reconocimiento internacional, ¡César no volvería a elegir a Celia! Con este pensamiento, fue felizmente a su habitación a prepararse.
***
En Rivale, al salir de la ducha, Celia recibió un mensaje del Centro de Rehabilitación Montaña Dorada: la habitación de Carlos había sido actualizada a una suite.
Confundida, recordó algo y llamó a Ben. Sin embargo, después de una larga espera, solo escuchó el tono mecánico del contestador.
“Tal vez está ocupado…“, pensó ella.
Pensando, fue a la sala de estar y encontró esa tarjeta de presentación en su bolso, luego marcó el
número sentada en el sofá.
-Hola, acabo de recibir un aviso sobre el cambio de habitación para Carlos Sánchez. Pero yo no solicité ese servicio le preguntó al personal.
—
-¿No lo sabía? –La persona al otro lado pareció sorprendida—. Dicen que fue un arreglo de una figura importante de la capital. No tengo permiso para saber más información, pero quizás sea alguien que usted conozca.
Había usado las palabras “una figura importante“, en vez de “el señor Rojas“… Eso significaba que Ben no estaba detrás de esto. Pero si no era un arreglo de Ben, ¿de quién sería? ¿Acaso…?
Tras meditarlo, Celia ya tenía una sospecha. No pudo evitar apretar con fuerza su celular…
Al día siguiente, Celia tomó medio día libre y fue en taxi al centro de rehabilitación. Se había preparado mentalmente para la posibilidad de verlo, pero cuando lo vio sentado en el sofá de la suite leyendo una revista, simplemente no pudo mantener la calma.
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