Capitulo 275
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Capítulo 275
Celia salió del baño, conteniendo la risa.
-Señor Gómez, ¿nunca has sido caballeroso con las mujeres?
Él la miró.
-Ella necesita más la caballerosidad de César.
Celia se quedó sin palabras… Aunque exasperante, le era sorprendente que Sira fuera
estudiante del doctor Adler.
-Supe que el doctor no aceptaba estudiantes desde hace años. Qué suerte tiene —dijo ella
con amargura.
-Se benefició de un artículo anónimo. -Explicó él.
—¿Un artículo anónimo? —Celia se sorprendió de nuevo. ¿Sería su artículo de trasplante de
células madre neurales de hacía diez años?
De pronto, todo le pareció ridículo…
***
Al salir de la clínica, Sira vio que un guardaespaldas se le acercó.
-Nuestra señora desea verla -le dijo el hombre.
Sira parpadeó, confundida. ¿Su señora? ¿Quién sería? Miró hacia una limusina. ¿Acaso…? Ella decidió seguir al guardaespaldas y subió al auto. La mujer de mediana edad en el auto era elegante y bien cuidada, incluso parecía más joven que Marta, con belleza imponente.
—¿Es usted… la señora Gómez? -preguntó con fingida cortesía.
Adela Chávez, madre de Nicolás, la examinó de arriba a abajo.
-Dicen que mi hijo ha salido con frecuencia con una mujer estos días. Aunque no sé si es
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Capitulo 275
usted… con su origen, no está calificada para ser su novia.
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¿Nicolás ya tenía una mujer y su familia no lo sabía? Recordó de la silueta en el baño del despacho. ¿Quién sería? Pero no tenía tiempo para analizarlo, aunque Adela ya no era la primera que la despreciaba por su origen. Relajó un poco los puños antes de responderle con
una sonrisa forzada:
-Es cierto, mi origen es un completo desastre. Mis padres me abandonaron al nacer.
-Bueno, al menos Nico tiene una mujer que le gusta. Mientras que su amor no sea un hombre, me da igual. —La señora cedió.
Sira se sorprendió.
—Señora, ¿qué quiere decir con esas palabras…?
-Nico sufrió un accidente hace años. Tiene misofobia y odia mucho la sangre. Estos años ha mantenido una actitud distante con la familia y no le gusta vivir con nosotros. Si puedes
convencerlo de regresar, aprobaré su relación.
Como Adela sentía culpa, durante todos esos años, le había dado todo lo que quería. Había pensado en un matrimonio arreglado, pero sabía que Nicolás se negaría, así que no quería forzarlo para empeorar las cosas. Mientras que a él le gustara, no le importaba si él quería casarse con una mujer sin trasfondos. Sira no esperaba que la señora fuera tan comprensiva. Pero la chica que le gustaba a Nicolás no era ella… Forcejeó internamente. Al final, no admitió ni negó su relación con él, solo le expresó gratitud.
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